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A quien lea esta carta:
Yo, Kaedehara Yoshinori, he guardado un secreto durante toda mi vida. No me queda mucho tiempo en este mundo, y después de pensarlo mucho, finalmente he decidido revelarlo.
Hace muchos años, cuando perseguía a los espaderos junto al Sr. Kamisato de la Comisión Yashiro, no fui herido por uno de los espaderos que huían.
En realidad, era de noche, y las pistas nos conducían a la orilla. Esperé a que los culpables aparecieran, pero no había ningún espadero a la vista, solo un excéntrico desconocido. Este desconocido afirmó ser el responsable detrás del fracaso de la forja y dijo que nos había estado esperando. Luego amenazó con destruir las Cinco Escuelas de Raiden.
Era una persona hábil. En un abrir y cerrar de ojos, nos derrotó a mí y a los samuráis que me acompañaban. El Sr. Kamisato resultó gravemente herido, yo me libré por poco de la muerte. Mi sombrero, afortunadamente, me protegió de un golpe en la cabeza.
Ese desconocido pudo haberme quitado la vida en ese momento, pero al verme, detuvo sus ataques y me preguntó si tenía alguna relación con el nombre “Niwa”. Le contesté que era el antiguo apellido de mi padre y que, cuando él desapareció, los Kaedehara me adoptaron.
Al escuchar mi respuesta, el desconocido se quedó callado. Tras un largo silencio, me dijo: “Dile a ella que me llamo Kunikuzushi”. Luego se dio la vuelta y se fue...

Aquel desconocido había cambiado los planos de Su Excelencia y esa fue la causa por la que fracasó la forja. Pese a que el Sr. Kamisato lo sabía, decidió guardar silencio, temeroso de que las habladurías pudieran conllevar un castigo por traición. Incluso herido como estaba, me urgió a guardar silencio. Yo estaba en deuda con el Sr. Kamisato por la amabilidad con la que siempre me había tratado, y la situación política del momento tampoco era idónea, así que enterré este asunto en lo más profundo de mi corazón.
Como líder del clan Kaedehara, me avergüenza profundamente ser testigo del declive de la técnica Isshin, pero, como padre, mi prioridad es garantizar la seguridad de mis hijos y nietos. Si el lector de esta carta resultara ser un descendiente del clan Kaedehara, le insto a que no permita que el rencor nuble su juicio. Perseguir el pasado solo puede conducir a la perdición.

Kaedehara Yoshinori